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Cuando ya hemos
alcanzado la cumbre
y tocamos con los
dedos las estrellas,
con serenidad y nostalgia recordamos
como empezó nuestra huella.
Éramos flores recién
nacidas,
viviendo en el jardín
de la inocencia
pájaros que solo pensaban
en volar.
llegaron las
ilusiones,
nos envolvieron los
sueños,
unos que nos hicieron
llorar
otros nos acercaron al cielo.
Así, aferrándonos a las piedras,
a veces a gatas para
poder avanzar,
tirando lastre por el
camino,
logramos la cima
coronar.
Desde esta colina
vemos nuestra
realidad
miramos en los
bolsillos,
a ver que podemos
encontrar.
hallamos mucho saber acumulado,
una mochila medio
llena de ilusión,
unas manos colmadas
de proyectos
y muchos amores en el
corazón.
Desde esta colina,
vemos todo con mayor
claridad,
SARA-10-015