Aquella mañana oscura,
cuando la niebla ocultaba el sol.
Y las rosas del jardín se
despertaban,
te fuiste sin decir adiós.
Aquella mañana oscura,
no fue mañana, si no, noche para mi.
Y en mi locura pensé en seguirte
Sin saber el camino que me llevaría
a ti.
Y me debato en esta encrucijada,
Que triste la tristeza de tener que
vivir,
como un barco anclado en el puerto,
porque la tormenta le impide salir.
Mi dolor está sangrante.
y lloro como lloran las nubes sobre
el mar,
esperando que la tempestad amaine
y la herida pueda cicatrizar.
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