viernes, 23 de octubre de 2015

EL CAMINO DE LA VIDA


,
Cuando ya hemos alcanzado la cumbre
y tocamos con los dedos las estrellas,
 con serenidad y  nostalgia recordamos
 como empezó nuestra huella.
Éramos flores recién nacidas,
viviendo en el jardín de la inocencia
pájaros que solo pensaban en volar.
llegaron las ilusiones,
nos envolvieron los sueños,
unos que nos hicieron llorar
 otros nos acercaron al cielo.
 Así, aferrándonos a las piedras,
a veces a gatas para poder avanzar,
tirando lastre por el camino,
logramos la cima coronar.
Desde esta colina
vemos nuestra realidad
miramos en los bolsillos,
a ver que podemos encontrar.
hallamos  mucho saber acumulado,
una mochila medio llena de ilusión,
unas manos colmadas de proyectos
y muchos amores en el corazón.
Desde  esta colina,
vemos todo con mayor claridad,

SARA-10-015





LAS IDEAS



Las ideas circulan sin semáforos,
van y vienen como aves migratorias.
A veces se quedan escondidas
entre el ramaje seco de la mente,
otras van derechas a la luz
que proyecta la mañana.
Brillan como el rocío en la flor,
y comienzan a nacer poemas.

SARA-6-10-015


domingo, 27 de septiembre de 2015

PASADO Y PRESENTE


El tren discurría por la campiña entre naranjos y limoneros, la huerta lucia en todo su esplendor, las mangueras de riego serpenteaban entre los naranjos: a la izquierda grupos de casitas blancas engalanadas con flores de todos los colores se asentaban alrededor de una iglesia, pequeños cementerios dejaban ver su figura por entre las tapias desconchadas por el tiempo.
Sentada en el vagón veía pasar ante mis ojos aquella maravilla. Después de un tiempo de contemplar el paisaje, de ver desfilar árboles, que como fantasmas aparecían y desaparecían a lo largo del camino, saqué un libro del bolso y me puse a leer. “La sombra del viento” era su título, me lo había regalado mi hija hacia unos días por mi cumpleaños.
--- Mama es precioso, llévale en el viaje y se te hará más corto el trayecto---
Así fue, su trama me envolvió y por unos momentos me olvidé del tren, del paisaje y de todo lo que me rodeaba.
Un ruido en la puerta del compartimiento me sobresaltó, un señor de unos cincuenta años, el pelo con algunas canas, alto, muy bien vestido entró en el vagón.
---Buenos días siento haberla asustado---
Aquella voz… me sonó familiar pero ¡no podía ser!.
---Buenos días estaba tan ensimismada en la lectura….---
---Yo también llevo un libro cuando voy de viaje me entretiene---
Otra vez aquella voz, no puede ser, volví a decirme
Abrí el libro intentando leer, pero no podía concentrarme en la lectura, le miré, nuestras miradas se cruzaron, sus ojos eran de un azul intenso, algo vi en ellos que hizo que mi corazón latiera con fuerza.
Deseaba saber más cosas de aquel hombre y me sorprendí preguntando.
---¿Va muy lejos?---
---Voy a Játiva, nací y viví allí hasta que me casé y me trasladé a Madrid---
---¿Y usted?---
---Voy a Valencia a pasar unos días con mi hermano, le han operado y estoy deseando de llegar---
¡Cada vez estaba más segura de que era él! Su voz, y aquellos ojos azules eran los mismos que yo recordaba.
---Yo voy a un funeral me dijo y al mismo tiempo a visitar de nuevo el pueblo que hace tiempo que no veo---
---¿Tiene hijos---le pregunté
---Si tengo tres, dos chicos y una chica----
La emoción me embargaba las palabras se negaban a salir de mi garganta, tenía que hacer verdaderos esfuerzos.
---Yo tengo una hija de veinte años--- le dije
---No parece que usted pueda tener una hija de esa edad, está muy joven----
---Gracias---- Le contesté
Aquellas palabras “Desde que me casé” martilleaban en mi cerebro. ¡Estaba casado! Vivía en Madrid como yo y no le había visto nunca. Cerré los ojos, por mi cabeza empezaron a desfilar imágenes que había vivido y que yo creí que había logrado olvidar, pero no, seguían permaneciendo allí en un rincón de mi corazón.
Ahora lo veía claro, un mes de agosto de hacía muchos años toda la familia habíamos ido a pasar el verano a un pueblo de Valencia. Nos instalamos en un hotel, él trabajaba allí de recepcionista.
El día que llegamos no me fije, al entrar en el hotel me entusiasmé contemplando lo bonito que era, tenía siete plantas a las que accedías por dos ascensores decorados con espejos, los pasillos alfombrados de rojo y varios cuadros decoraban las paredes.
Esa noche nos acostamos pronto, estábamos cansados del viaje. Mi habitación era amplia, estaba decorada con gusto, se encontraba en el tercer piso. Me metí en una de las camitas apagué la luz de una lámpara de cristal que estaba en la mesilla de noche y me dormí.
A la mañana siguiente me levanté, coloqué la ropa en un armario grandísimo y después de asearme me reuní con mis padres y hermano, bajamos a desayunar, luego daríamos un paseo por el pueblo, Fui a dejar las llaves al mostrador y él estaba allí, esta vez sí me fijé sobre todo en sus ojos de un azul que creí que estaba viendo un trocito de cielo.
Después de varios días mirándonos, me dijo.
---¡Que guapa eres ,perdona pero no puedo dejar de mirarte!---
---Gracias--- Le contesté con una sonrisa, porque a mí me pasaba lo mismo! que apuesto estaba con su uniforme azul marino, su voz era suave , aterciopelada, me empezó a gustar y al de unos días de llegar, me había enamorado, mejor dicho nos habíamos enamorado.
Fue un tiempo maravilloso, solo nublado por el fantasma de la separación.
Llegó el día de decirnos adiós, nos besamos llorando y nos juramos amor eterno.
Ya en Madrid los días eran tristes, solo vivía para el recuerdo de aquel amor y para la llegada de sus cartas. Al principio me escribía casi todos los días, me decía que desde que me fui aquello para él ya no era lo mismo y lo mucho que me quería. Poco a poco las cartas se fueron distanciando y al fin no volvió a escribir, yo esperaba al cartero día tras día pero no supe más de él.
Al cabo de unos meses nació mi hija, con sus mismos ojos azules, él nunca lo supo, esa hija sería solo mía y de mis padres que fueron los que me ayudaron a sacarla a delante.
Y hoy en este tren le he vuelto a ver, es él, no tengo ni la más pequeña duda, él no me reconoce yo en cambio no me había olvidado de su cara, la veía todos los días en la de mi hija.
Y así entre pasado y presente llego a mi destino, nos damos un apretón de manos y él me dice.
---Encantado de haberla conocido---
¡Que burla del destino! Era yo la que le había conocido a él y no estaba precisamente encantada. No le contesto, y pensando que la vida muchas veces nos lleva la contraria, cojo mi maleta y con un nudo en la garganta me bajo al andén. El tren se pone en marcha, le veo a través del cristal de la ventanilla, le sigo con la mirada hasta que desaparece, y le digo adiós con el corazón.

SARA-9-015








martes, 30 de junio de 2015

LA SIN RAZÓN



El sol acariciaba  la piel,
un sueño dulce cerraba  los parpados,
unos pasos  amortiguados por  la arena
de un casi niño, cobraba en carne su odio.

Una punzada de dolor invadió al mundo,
un vacío oscuro se instaló en el alma,
el viento se volvió amenazante,
y lloró a gritos el agua.

Dejaron las campanas de tañer,
quedaron boquiabiertas las gaviotas,
la playa se tiñó de sangre,
y la vida en un instante quedó rota

Que poder tendrá el delirio
cuando se arraiga en las mentes,
que hace que se cometan locuras,
locuras, que son de muerte.

SARA-6-015


lunes, 29 de junio de 2015

COMO DECIR LO QUE SIENTO



¡Como decir lo que siento!
cuando miro aquella nube,
que hace un tiempo te envolvió
y te llevó de mi lado.

¡Como decir lo que siento!
cuando noto este vacío,
que hace que grite tu nombre
y que tenga tanto frio.

¡Como decir lo que siento!
necesito estar contigo,
la distancia entre tú y yo,
la mido entre suspiro y suspiro.

¡Como decir lo que siento!
si mis boca quedó sellada
por aquel último beso
sobre tus labios helados.
¡Como decir lo que siento!

SARA-6-015


martes, 21 de abril de 2015

LA VIDA EN CLAVE DE HUMOR


¿Qué es la vida? La vida es un lugar donde nos trajeron sin
pedirnos permiso y de donde nos iremos igual.
A la vida hemos venido a hacer cosas, recados, etc. con la diferencia que unos tenemos que hacer los encargos en el marcadillo y otros en el corte ingles.
La vida tiene cuatro etapas la niñez, la juventud, la madurez y la vejez, esta es la más puñetera, un día te miras al espejo y te ves como si te hubiera pasado el arado y te habría dejado la cara llena de surcos, otro día de la noche a la mañana se te pone el pelo de medio luto , blanco y gris; eso, no tiene importancia y dices, la arruga es bella y las canas me dan prestancia.
Lo peor que una mañana te levantas y ves que se ha colado en tu casa tu amiga “dolores” y que no se separa de ti, se te pone en un brazo en una pierna… un día no la sientes, piensas que se ha ido, ¡ Que ilusa! ese día la tienes en cuatro o cinco sitios a la vez. 
Vas a la farmacia y pides algo que te quite a dolores del medio, le das aspirina dolotil etc. y toda la comida que a ella no le gusta, al principio parece que le hace efecto y te deja en paz, pero enseguida se acostumbra y vuelve a lo suyo, ¡A joderte bien! y tienes que seguir con ella y no hay chulo que la quite del medio
Llega un día que no tienes a dolores te encuentras estupenda y dices, por fin se ha ido, hasta que te das cuenta que la que se ha ido has sido tú.
Así que nos dure mucho tiempo nuestra amiga “dolores”

SARA-11-4-015

domingo, 8 de marzo de 2015

NO VOLVIÓ NUNCA


¡Qué guapo estás con esa ropa! No dejes que te la destroce ninguna bala.
Estate tranquila no dejaré que ningún arma me la rompa, ya me han desgarrado el corazón al tener que separarme de ti, no olvides nunca que te quiero ese amor no me lo podrá arrebatar ni todo un arsenal.
Se fue dejándome un amargor de lágrimas, aquellas últimas palabras”no olvides que te quiero” las he tenido siempre grabadas en mi mente, aun hoy las tengo enredadas en mi pelo blanco.

No, no volvió, aunque yo le sigo viendo con aquel uniforme como aquel lejano día           SARA

miércoles, 4 de febrero de 2015

MI MONTAÑA


Esa montaña tan alta,
que hace años empecé a subir,
calzando botas de ilusión,
y mucha esperanza en la mochila.
Comencé a ascender,
queriendo devorar todo a mi paso,
con el corazón joven y una sonrisa,
avancé por caminos escarpados.
Hoy desde aquí  veo la cima,
avanzo con pie torpe, abatido,
tengo que descansar a cada paso
mientras escribo mi nombre en el camino.
Se que llegaré a la cumbre.
Me tumbaré  a contemplar el cielo.
 Quedaré  envuelta por la bruma,
viendo como se apaga, lentamente el fuego.
Desert.jpg 

SARA-4-2-015