Esa montaña tan alta,
que hace años empecé a subir,
calzando botas de ilusión,
y mucha esperanza en la
mochila.
Comencé a ascender,
queriendo devorar todo a mi
paso,
con el corazón joven y una
sonrisa,
avancé por caminos
escarpados.
Hoy desde aquí veo la cima,
avanzo con pie torpe, abatido,
tengo que descansar a cada
paso
mientras escribo mi nombre
en el camino.
Se que llegaré a la cumbre.
Me tumbaré a contemplar el cielo.
Quedaré
envuelta por la bruma,
viendo como se apaga,
lentamente el fuego.
SARA-4-2-015
No hay comentarios:
Publicar un comentario