La vida era hermosa,
se sembraba la tierra,
se molía el
trigo,
se cocía el pan.
Hasta que unos buitres
destrozaron los sueños.
Ataron las manos.
Rompieron la paz.
Ahora los días son largos,
escasos de pan.
Noches de desvelos,
sin poder soñar.
La esperanza se aleja,
cada día, un poco mas.
Mientras a grandes zancadas,
se acerca la inseguridad
Y así, el mundo transcurre,
angustioso y bello.
El presente, oscuro.
El futuro, incierto.
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