Estoy bien madre,
hace quince años que te fuiste y te extraño tanto... tu, ya has logrado
hacer realidad el sueño que mantuviste toda tu vida, reunirte con padre, te
dejó muy joven sola, pero ahora estoy segura, que ya estáis juntos para siempre.
Si, yo estoy bien madre,
los años, han pintado de blanco mis
cabellos y arrugado mi cara
. En la salita en la que pasábamos muchos
ratos, mirando fotografías, paso parte de mi vida , cuando cierro los ojos,
siento que tú estás conmigo como antes, ese sueño se va cuando los abro, ahora
me conformo con verte en una foto, tengo
en mis manos la de vuestra boda ¡Que guapos estáis! Al miraros, recuerdo todo lo que me contabas
de padre, lo felices que erais, lo que lloró de emoción el día que nací.
Pero como todas las cosas
de esta vida la felicidad no es duradera y cuando crees que ya tienes la vida
resuelta, Dios, la mala suerte, o quien sea, lo pone todo patas arriba.
Tu siempre recordabas a mi padre como un hombre bueno,
guapo, alto, fuerte, al que una mañana del año mil novecientos treinta y seis,
cuando estalló la guerra civil le llamaron a filas, para defender a la patria y
las ideas de otros. Ese día se derrumbó vuestro
mundo, os mirasteis sin decir una
palabra, ¡Era tan grande el dolor! que algo se os rompió en vuestras gargantas,
dejándoos mudos.
Me decías que él te
abrazó fuerte, te llevó hasta la cuna
donde yo dormía plácidamente, no te
preocupes, yo volveré, te lo juro y los
tres seremos aun mas felices que ahora.
Y que cuando llegó el día que os tuvisteis que separar, tú,
madre le acompañaste a la estación pues los llevaban por ferrocarril aunque la temperatura era alta y
lucia un sol espléndido tu temblabas como si estuvieras bajo cero. el te decía
dale muchos besos a la niña no llores
que yo volveré. Estuviste parada en el andén hasta que el tren desapareció y en
tus oídos seguían resonaban sus palabras volveré, volveré.
Regresaste a casa deseando morir pero pasó el tiempo y tu
continuabas viviendo esperando una carta algo para saber que el también vivía
pero esa carta nunca llegó.
La guerra terminó y nadie te dio noticias de él fue uno de
tantos desaparecidos te dijeron que había dado la vida por su patria mentira no
la ha dado se la han quitado decías tu gritando.
Pasaron varios años
yo tenia siete seguíamos viviendo en la misma casa vieja aquí tengo
todos los recuerdos me decías en esa
silla se sentaba tu padre es esa cama dormíamos tanto y tanto me hablaste de él
que llegué a obsesionarme.
El pueblo era pequeño y nos
conocíamos todos recuerdo que cuando yo salía a la calle y veía a un
hombre desconocido me quedaba mirándole pensando que podría ser mi padre y
corría a casa a decírtelo a ti madre pero eso nunca pasó
Hoy mirando vuestras fotos algo aquí muy dentro me dice que
estáis juntos que no habrá nunca una guerra que os separe que siempre tendréis
paz.
Estoy bien madre pero me cuesta acostumbrarme a tu silencio
Madre a ti te tuve cincuenta y ocho años
conmigo gracias por todo.
Padre a ti no te conocí no pude gozar de tus besos y
caricias, tuviste un encuentro con la muerte a los veintiocho años, pero
siempre te quise..
Hasta pronto.
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