Es del color de la nieve ,suave como nube
de algodón, bonita como una joya, así es mi gata michi, toda blanca, solamente
en la cabeza entre las dos orejas tiene una pincelada negra, como si el pintor
que la hubiera pintado hubiese estampado allí su firma. Es dulce tranquila, se
pasa la mayor parte del día durmiendo, te transmite paz. Pero como si de un
ritual se tratara, siempre, al llegar la noche se vuelve juguetona, sube ,baja
a las mesas, a las camas……, parece que le hayan puesto un motor, esto dura un
rato, hasta que agotada se mete a su cesto a dormir.
Tiene una mirada penetrante, parece que te
habla con los ojos, estos son de diferente color, uno azul y el otro amarillo,
el azul es tan claro que cuando le miras es como si te asomaras a las aguas de
un limpio río y cuando miras al otro te recuerda el otoño cuando las hojas se
vuelven de ese mismo color.
Es elegante, cuando camina por el pasillo
lleva su cola de gran pelaje apuntando al techo, parece un pavo real, o una
modelo desfilando por la pasarela.
Es rara, al revés que la mayoría de los
gatos, le gusta el agua, pasa grandes ratos subida en el inodoro contemplando
el agua del fondo; el fregadero y la ducha son sus sitios preferidos, pienso
que antes de encarnarse en gata fue en su otra vida fontanero.
Es inteligente, experta en abrir puertas
y cajones. Sale al balcón y se asomas
entre los barrotes para ver la calle, con las orejas erectas para percibir
todos los sonidos. Cuando quiere entrar a la sala y la puerta está cerrada con pestillo,
se alza sobre las patas traseras y con las de delante golpea el cristal para que te des cuenta que
quiere entrar, cuando la ves en esa postura da la impresión de que es una
marioneta actuando en un pequeño escenario.
Parece imposible que una cosa tan
pequeña, haga un compañía tan grande.
Cuando salgo de casa estoy deseando volver, porque se que
una bola de nieve ,una nube de algodón, me está esperando.
Con todo esto podéis
haceros una idea como es mi gata y como la quiero
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